50 años entre errores, aciertos y muchas lunas llenas.
Arribo a mis primeros 50 años de edad, momento propicio para la reflexión y la reafirmación de manifiestos personales, hoy como hace díez lustros cae un día miércoles, esta vez en luna llena, el día de mi nacimiento luna nueva (los últimos años he desarrollado una especial atracción por disfrutar los plenilunios con reflexiones y caminatas en reconfortante y enriquecedora soledad, tal vez como esa evolución y paso de la luna nueva a la llena a pensar creer que puedo ver con particular claridad en medio de la noche lo que antes no se podía, o probablemente sea una ilusión). En el transcurso de estos primeros 18.263 días de vida muchos han sido los errores y los aciertos cometidos, así como muy bien recibidos y aprendidos, tanto de las bendiciones de los yerros como de los sinsabores de los aciertos, el más importante de todos, celebrar la vida, no temer intentar la autenticidad, creer en sí mismo, y formarse una escala personal de principios y valores que periódicamente se vayan releval