De la lectura totalitaria y antidemocrática de las relaciones sociales. Desde los poderes del Estado hasta las relaciones de parejas.
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Por lo general, cuando oímos hablar sobre dictaduras, totalitarismos, regímenes absolutistas o antidemocráticos, lo primero que viene a la mente son asuntos de eminente corte político y ante situaciones concretas que determinada sociedad vive en un momento dado, primero desde una aproximación jurídica, luego hacia la parte constitucional, e incluso, desde esa general apreciación constitucional hay quienes con un ejercicio de mayor abstracción, pueden perfectamente pasearse por las reflexiones filosóficas sobre el tema, desde filosofía jurídica y política, hasta la filosofía desarrollada por los clásicos. Bien, resulta que a pesar de que esas son las apreciaciones generales, pero primigenias, a las que pueden arribarse, el asunto de la lectura totalitaria y antidemocrática, suele estar mucho más cerca de nosotros y nuestro entorno de lo que pensamos, ya que en nuestra comunidad, urbanización, ambiente de trabajo, familia, entre padres e hijos, incluso siendo niños, y hasta