Una nota de suicido de hace 170 años
Hace
170 años, en enero de 1837, un Comisario de la Policía de París, entraba en una
pieza de una posada ante el llamado de su dueño quien encontrase el cuerpo de
un hombre que se había suicidado, era
Luis Perú de Lacroix, ex general del ejército francés y del ejercito libertador
de Simón Bolívar.
Junto
a su cuerpo se encontraron varias escrituras, entre ellas una denominada Motivos
de mi suicidio y mis últimas disposiciones”, cuyo texto es de interesante
contenido y he aquí su contenido que les invito a leer:
Motivos
de mi suicidio y mis últimas disposiciones:
Cincuenta
y siete años, una nueva caída política, separado de mi mujer y de mis hijos
hace seis años, sin esperanza de reunirme a ellos, sin fortuna, sin estado, la
realidad de la miseria ya presente, y la perspectiva de sus inseparables
compañeras, la humillación y la ignominia, son los motivos que me determinan a
abreviar mis días, convencido por otra parte que hay más valor en darse la
muerte, que en dejarse degradar et
prendre a la gorge por la horrible miseria, que en dejarse arrastrar por
ella hasta el lodo, y que en vivir, en fin, bajo su cruel permanente tiranía ….
Los sucesos de 1814 me llevaron a la América del Sur, y allí tuve la fortuna de
encontrar una existencia honrosa; allí he permanecido hasta 1836 en que otro
suceso político que me ha vuelto a mi patria, en donde no debo encontrar,
después de 22 años de ausencia, sino la miseria o la muerte: he preferido ésta.
Mis memorias que quedan manuscritas explican esta última parte de mi vida.
Estas memorias forman dos volúmenes bajo el título de: “Mis veintidós años de Nuevo mundo, mi juventud en Europa y mi suicidio
en París”. Entre mis papeles encontrarán también algunos manuscritos en
español, a saber: “Colombia desde su
creación hasta su destrucción, o Resumen
histórico de las revoluciones y acontecimientos políticos que más han
contribuido a la destrucción de esta República”, dos volúmenes. “Memorias de Pacheco, portero vitalicio del
gobierno de Bogotá”, un volumen, no concluido. “Almanaque histórico y político”, no concluido, seguido de Efemérides colombianas. En borradores de
dieciséis fragmentos políticos e históricos bajo diversos títulos. “Diario de Bucaramanga o vida pública y
privada del Libertador Simón Bolívar”, un grueso volumen. Todos estos manuscritos,
con excepción del último, se encontrarán en mis papeles. El “Diario de Bucaramanga”, que considero
ser la obra más interesante porque contiene la vida pública y privada de un
grande hombre, de un bienhechor de la humanidad, está depositado en manos de mi
digno y respetable amigo el marqués Francisco Rodríguez del Toro, general de
división de la República de Venezuela, residente en Caracas, capital de
Venezuela. Este amigo debía poner la obra en manos del cónsul francés residente
en Caracas, para que éste tuviese la bondad de dirigírmela a París, bajo
cubierta del Ministerio de Relaciones Exteriores. No sé que haya llegado.
“Si
mi situación hubiese sido otra en Francia yo habría corregido todos estos
manuscritos, y con la ayuda de un editor instruido, los habría publicado.
Puesto que no lo puedo hacer, otro lo hará tal vez, y es con esta esperanza y
con esta intención que dejo el presente legado de todos los dichos manuscritos
incluso el “Diario de Bucaramanga” a los señores administradores de “El Siglo”,
para que ellos sean los editores y los hagan publicar a su beneficio en el
idioma que gusten, con la única condición de que un ejemplar de cada obra será
dirigido por ellos a cada una de las personas siguientes: Mr. Eusebe Pera en
Montelimart, general de división, Francisco Rodríguez del Toro en Caracas,
señor Vicente Ibarra, en Caracas, para su hermano el general Diego Ibarra, y a
la señora viuda Perú de Lacroix, Dolores Mutis, en Bogotá.
Hago
además este manuscrito para que nadie pueda ser acusado de mi muerte, y para
que ella no sea atribuida a un acto de demencia de mi parte, sino a la fría y
juiciosa razón, único móvil de mi voluntad y de mi mano.
Mi
sepultura me inquieta poco: sin embargo, si mi voluntad pudiese valer algo, yo
pidiera el entierro de simple soldado, que fue mi primer grado militar en
Francia. Hecho y firmado de mi mano, debiendo llevar la fecha del día de mi
muerte.
París,
a………….de 1837.
L. Perú de Lacroix
Extraída
entonces en la propia última voluntad del autor la lectura de su obra “Diario
de Bucaranmanga”, aquí el enlace a su versión digitalizada, para qué cada uno
como lector, y haciendo uso de su propia conciencia crítica, recibiendo de
primera mano de un testimonio de quien efectivamente se entrevistó y convivió
con el interesante personaje del siglo XIX como lo fue Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y
Palacios Blanco, arribe a su personal percepción e idea del mismo:
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