Ir al contenido principal

Entre abortos, drones y magnicidios.



Vaya que la semana pasa fue bastante intensa, más que en la ocurrencia de hechos específicos de interés, que los hubo, resultaron ser más en las opiniones y reflexiones que devinieron luego.

Por un lado, la noticia, y más que ella, las consecuencias ulteriores del episodio de sendos drones que estallaron en Caracas en un acto oficial en la principal avenida del país y que han sido referidas como intento o frustración de magnicidio, y por el otro, la no aprobación por parte del senado argentino de un texto legal que relajaría la interrupción voluntaria del embarazo, expresión que muchos catalogan como eufemística para referirse al aborto, más si tal se identifica como un tipo penal; tema de la tipicidad penal que también es otro asunto que ha surgido al final de la semana, pero del cual nos es ajeno tratar hoy.

Manifestaciones y opiniones de todos los sectores no se han aguantado para hacerse públicos, muchos de ellos con contenidos racionales, otros no tanto. No es intención de estas lineas la de someter a un examen más profundo y pormenorizado sobre tales opiniones, menos aún sin haberse estudiado con la seriedad que ameritan esos temas los detalles de las intervenciones en el legislativo argentino, en el caso de la legalización del aborto, y de las actuaciones que han rodeado en Venezuela el del referido plan conspirativo que procuraría un magnicidio, sin embargo, a pesar de no haberse analizado con la debida dedicación para emitir una opinión técnica elaborada, a pesar de la distancia entre argentina y Venezuela, y los contextos en que se dieron los hechos, hay un elemento esencial común, en ambos casos, el tema del derecho a la vida, sea que se entienda como la frustración en que ella se origine o desarrolle, bien sea su supresión o eliminación. Lo que ha de llamarnos la atención es la banalización con que se está tratando la idea y concepción que se tiene de la vida humana, y no desde situaciones específicas de afectación del derecho a la vida de las que se pueda tener conocimiento, sino del propio ideal y concepción de la vida como valor superior de la humanidad, mucho más allá que como derecho subjetivo.

Basta con ver las encarnizadas discusiones y posturas de quienes por un lado defienden el referido por ellos derecho a la suspensión voluntaria del embarazo frente a quienes lo condenan, así como el arsenal de argumentos de toda clase en apoyo de sus postulados, desde científicos, filosóficos, pragmáticos, religiosos, culturales y hasta económicos, pero más allá de lograrse un consenso común de reconocer el valor d ella vida en abstracto y de allí analizar situaciones concretas en los que sería no penalizable e incluso permisible esa “interrupción”. Lo que resulta evidente, es que, esa ruptura y distanciamiento social y visceral, la negación del otro al buen estilo schmittsiano, pareciera ser la verdadera intención de quienes dicen apoyar algunos movimientos sociales que si bien les pudiera asistir y sería legítimo reclamar tales reivindicaciones, ello no es utilizado sino con fines instrumentales de regímenes poco identificados con la idea de democracia.

Como se advirtiera antes, a pesar de tenerse una postura muy propia y particular sobre el tema del aborto, al igual que de otros álgidos temas de actualidad, no es este el foro para su divulgación, menos aún ante las especificidades de tales posturas, sin embargo, lo que si se ha de destacar y siempre ha de considerarse y tenerse en cuenta como aspecto esencial, es que para para entrar a evaluar esta clase de temas se logre el acuerdo previo entre los participantes sobre el núcleo duro de los derechos que pudieran resultar afectados, más aún si se está presente ante los más importantes derechos fundamentales como lo son la vida, la libertad y la propiedad.

Caso contrario, es decir, no darles la debida importancia y lugar que ellos merecen a la hora de abordar cualquier discusión, puede dar como resultado posturas que devienen en su propia negación, como tales son los casos del yerro de considerar que los llamados derechos sociales tienen preeminencia sobre los individuales cuando no son más que instrumentos para su materialización, hasta situaciones que por más que parezcan inverosímiles y hasta fantasiosas, como podría ser que existan sectores que promuevan a la par de la legalización del aborto, la legalización del magnicidio fundamentado que si bien la vida de un nasciturus que nada en absoluto, ningún daño ha hecho, su derecho a devenir en un ser vivo pueda ser interrumpido, similar suerte de interrupción pudiera correr quien se haya desviado de sus deberes ciudadanos y desatendido la protección del pueblo que le habría otorgado mandatos para su ejecución.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Último adiós a un hombre bueno, a un verdadero y noble caballero.

El 17 de Abril de 2021, se llevó a cabo el sepelio del príncipe Felipe de Edimburgo, a quien por lo general muchos desconocíamos detalles de su vida más allá de ser el esposo de la reina Isabel II del Reino Unido y que con ocasión a su fallecimiento y contenido en los medios tuvimos oportunidad de saber sobre aspectos de la biografía y vida de este importante miembro noble de la Casa de los Windsor, información que siempre es de gran interés aprender ya que atañe personajes que tienen gran influencia. Ese mismo día 17 de Abril, fallecía otra persona con una biografía también bastante interesante y que si bien no tan conocida mundialmente, a todas las personas que lo conocimos e interactuamos con él, y que puedo asegurar pueden contarse por cientos, podemos dar fe de haber aprendido muchas cosas de la vida y haber podido compartir con una persona rebosante de espiritualidad, bondad, nobleza, resiliencia y estoicidad  propia de personajes de ficción, un venezolano verdadero, un caraque

Venezuela en el último lugar en Índice sobre estado de derecho.

Recientemente se publicó el índice elaborado por el “World Justice Project” -El Proyecto de Justicia Mundial- en el que somete a investigación y examen la vigencia del Estado de derecho en 126 países, resultando el último de ellos para Venezuela. El profesor de derecho procesal constitucional Roberto Hung Cavalieri, quien ha desarrollado como cátedra materias no impartidas tradicionalmente en el pensum del estudio del derecho como lo son  seguridad jurídica, estado de derecho y debido proceso, comentó que participó en levantamiento de la información requerida por el sistema de evaluación, que tal como señala el organismo promotor de la investigación se analizaron cerca de 120.000 casos o situaciones y se contó con la colaboración de 3.800 expertos en diferentes áreas evaluadas y que abarcan ocho factores fundamentales como (i) limitación de los poderes públicos, (ii) Corrupción; (iii) gobernanza abierta o libre; (iv) Derechos Fundamentales, (v) Seguridad y orden, (vi) cumpl

Una pequeña reflexión para comprender el asunto sobre el Esequibo y su reclamación.

Recientemente ha llamado la atención y ocupado bastante espacio en las noticias el tema de la Guayana Esequiba, los derechos se Venezuela sobre esa importante extensión de terreno y los reclamos históricos hechos al Reino de Gran Bretaña y que hoy se continúan ante la que entonces fuese su colonia, la Guayana Británica y hoy un estado independiente como lo es la República Cooperativa de  Guyana. Antes de continuar y para aclarar un poco la confusión que en general pueden generar estos dos nombres Guayana y Guyana, merece destacarse que Guayana, es el nombre del lugar, de la extensión de terreno, es por ello que cuando se refiere a la reclamación sobre el espacio físico se hace mención es a la Guayana Esequiba, mientras que Guyana es el país, hoy la República independiente a la que se le formula la reclamación del territorio, Estado autónomo que antes de 1966 fue colonia británica y que se denominase Guayana Británica, si, como el territorio. Pero baste que estemos claros hoy en l